Investigadores del Laboratorio de Virología Molecular del Centro de Investigaciones Nucleares de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y del Institut Pasteur viajaron a la Antártida para estudiar el virus de la gripe aviar y otros que aquejan a las aves, en el marco del proyecto denominado: Monitoreo estratégico de virus de importancia clínica y ambiental en el ecosistema antártico.
El objetivo principal del proyecto es “el estudio epidemiológico de virus a partir de muestras fecales de aves antárticas a lo largo del tiempo’’. Lo cual involucra el estudio del virus de la Influenza aviar, el virus de la enfermedad de Newcastle, Picornavirus y Adenovirus.
Este tipo de virus afectan también al hombre, por lo cual también a la salud pública, al ser zoonóticos de gran potencial pandémico.
Por otra parte, el virus de la enfermedad de Newcastle (NDV) es la causa de una de las enfermedades más perjudiciales para la industria de las aves de corral, problemática a la cual Uruguay no es ajeno, como es de público conocimiento.
Resumen del proyecto
Los virus son la entidad biológica más abundante de nuestro planeta. Tienen la capacidad de infectar todo tipo de organismos y se han encontrado prácticamente en todos los ecosistemas terrestres. Su abundancia tanto en aguas marinas como dulces, los convierte en un componente crucial y dinámico de los ecosistemas acuáticos. Estas características hacen a los virus una gran herramienta para el análisis de posibles contaminaciones ambientales antropogénicas, enfermedades zoonóticas y cambios en la comunidad de microorganismos. En tal sentido, este proyecto busca monitorear virus específicos de importancia clínica y ambiental dentro del ecosistema antártico a partir del análisis de materia fecal de aves marinas y aguas cercanas a las cámaras sépticas de la Base Científica Antártica Artigas (BCAA). Además, se plantea realizar secuenciación de última generación para poder buscar y analizar la diversidad viral presente en estas muestras.
Objetivo principal:
Estudio epidemiológico de virus a partir de muestras fecales de aves antárticas a lo largo del tiempo. Este objetivo involucra el estudio de la presencia del virus de la Influenza aviar, el virus de la enfermedad de Newcastle, Picornavirus y Adenovirus a partir de muestras de materia fecal de aves del continente Antártico. El virus de la influenza aviar tipo A (AIV) ha sido encontrado en aves silvestres como gaviotas, golondrinas y aves costeras o acuáticas, como patos, gansos, y cisnes. Estas aves silvestres usualmente son consideradas reservorios (hospedadores) de AIV (Stallknecht, Shane, Kearney & Zwank, 1990). Recientemente se han encontrado en la Antártida, específicamente en pingüinos Adelia en la península Antártica, AIV evolutivamente diferentes. Las variedades encontradas fueron H11N2 (Hurt et al., 2014) y H5N5 en pingüino barbijo (Hurt et al., 2016). Este tipo de virus son de gran importancia para la salud pública debido a que son virus zoonóticos de gran potencial pandémico. Por otro lado, el virus de la enfermedad de Newcastle (NDV) es causante de una de las enfermedades más importantes en la industria de las aves de corral a nivel mundial (Samal, 2011). Dentro de las aves antárticas, se ha encontrado como reservorio de NDV a pingüinos (Thomazelli et al., 2010), cormoranes (Farley et al., 2001) y skúas. Asimismo, nuestro grupo ha abordado previamente el estudio filodinámico de la historia evolutiva de aislamientos de NDV provenientes de aves de la Antártida (Soñora et al., 2015). Explorar y generar reportes epidemiológicos de estos tipos de virus determinará un gran aporte a probables enfermedades en el mercado de la industria avícola, mercado que mueve billones de dólares. En cuanto al Adenovirus específicamente, se han reportado anteriormente casos de infecciones por Adenovirus del género Siadenovirus en Skúas polares en las inmediaciones del lago Rey Sejong en la Isla Rey Jorge (Park, 2012) y en pingüinos barbijo en la costa de Narębski Point y también en la Isla Rey Jorge (Lee, 2014). Sumado a esto, recientemente un nuevo picornavirus llamados Pingu virus fue descubierto en pingüinos papua de la isla Rey Jorge, detectándose varios linajes circulantes (de Souza et al., 2019). Las muestras en este caso fueron tomadas en la bahía Admiralty Bay, pero no en otras bahías como la Maxwell (en la cual está presente la Base Científica Antártica Artigas), por lo que sería de interés realizar un relevamiento en esa zona para abordar la diseminación de estos nuevos virus. Dado que los pingüinos y skúas migran hacia latitudes más altas luego de la cría, la presencia de estos virus en la Antártida tiene importancia global. No solamente para la industria de aves de corral, sino también por su capacidad de infectar humanos.