El miércoles 24 de julio se presentó el libro Los peces que vienen de las nubes, editado por el sello editorial DIRAC de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), en la Biblioteca de este servicio.
Participaron de la actividad: Leo Lagos, quien escribió el prólogo de la publicación y es editor de la sección ciencia de La Diaria; las editoras del libro María José Arezzo, Nibia Berois y Graciela García, así como también Bettina Tassino y Marcelo Loureiro, dos de los muchos investigadores/as y autores/as que dieron forma a los diferentes capítulos.
Los peces, protagonistas de la publicación, son llamados peces anuales y pertenecen al género denominado Austrolebias. Viven en charcos temporales que se secan en verano. En ese momento, todos los adultos y juveniles mueren, pero cuando vuelven las lluvias y los charcos se inundan, estos peces tan especiales vuelven a aparecer. ¿Cómo lo hacen?
Los investigadoras e investigadores uruguayos, que hacen ciencia en nuestro país, nos develan cómo ocurre, año tras año, ese ciclo casi mágico que hace que cuando vuelven las lluvias, esos charcos, además de llenarse de agua, se llenan nuevamente de vida.
Como expresó Lagos en la presentación, este libro traslada el conocimiento científico a la sociedad en un lenguaje coloquial. “Está pensado para liceales, profesores de biología o grupos de ciencias”.
Para saber más sobre esta publicación entrevistamos a la Dra. en Biología Nibia Berois, Profesora Emérita de la Facultad de Ciencias de la Udelar e Investigadora Asociada del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA).
Entrevista a a la Dra. en Biología Nibia Berois
¿Cómo surge la idea de esta investigación sobre los "peces que vienen de las nubes"?
Los peces anuales fueron descritos por Myers en 1952 y en los 60s y 70s Wourms y colaboradores (Estados Unidos) publicaron importantes datos sobre su ciclo de vida. En Uruguay, el Prof. Raúl Vázquez Ferreira, de la Facultad de Humanidades y Ciencias, estudió varias especies desde la morfología, taxonomía, y comportamiento. De este grupo surgieron algunos investigadores, entre ellos Graciela García, que seguirían su estudio, en este caso desde el punto de vista genético.
La idea de centrar un grupo de investigación, primero nacional y luego internacional, nace del peculiar ciclo de vida de estos peces, su gran diversidad a diferentes niveles, y su especial desarrollo embrionario. Estas características los hacen muy especiales para abordajes evolutivos e interdisciplinarios.
¿Cuánto tiempo llevó la investigación y como se conforma el grupo de investigadores?
El grupo de investigación responsable de la publicación tiene más de 25 años. Se fue conformando, primero alrededor de Graciela García, quien ya había publicado importantes aportes a la caracterización de los cariotipos y filogenias, al que se unió el grupo de Marcelo Loureiro, Zoólogo con sólida formación filogenética y en biología celular, dirigido por mi, especializado en reproducción y biología del desarrollo. De aquellos primeros años fueron surgiendo publicaciones y jóvenes investigadores que se fueron nucleando en torno a los temas iniciales y en otros nuevos (envejecimiento, comportamiento, filogenias y taxonomía con enfoques moleculares, comportamiento, etc.).
En estos años hemos publicado numerosos trabajos en revistas internacionales arbitradas, realizados simposios y formado recursos humanos de grado y de posgrado. En 2016 publicamos un libro internacional sobre los peces anuales con participación de investigadores de Estados Unidos, Brasil, República Checa, etc. que ya estaban trabajando en colaboración con nuestro grupo.
Las investigaciones continúan al presente y cada paso abre nuevos interrogantes y es así que las integrantes más actuales figuran en el libro.
Como editora de esta publicación ¿qué te deja esta experiencia?
Más allá de ser una de las editoras del libro, siempre he sentido, y así lo he enfatizado en mis alumnos, que un investigador tiene la tarea de hacerse preguntas, tratar de responderlas, hacer docencia y transmitir a la sociedad sus resultados. Para mí es un tema ético y tenemos la obligación de encontrar el lenguaje para llegar a toda la sociedad y en especial a los estudiantes de los niveles primario y secundario.
Los métodos son variados: talleres en escuelas, liceos, centros de UTU, ferias de ciencia, experimentos en la web, aprovechar el Plan Ceibal, entre otros.
Editar un libro de divulgación es una experiencia muy enriquecedora, el contacto con los autores de cada capítulo, la tarea de edición misma, excelentemente llevada adelante en este caso por DIRAC en la persona de Gabriel Santoro y un sin fin de puntos a solucionar.
En resumen, en lo personal la publicación me deja enriquecida en experiencia y en la certeza que divulgar la ciencia es una etapa más de construcción de ciudadanía y democracia.
¿Nos puedes adelantar algunos datos curiosos a descubrir en esta publicación?
El libro está pensado desde la tarea de asombrar, de contar historias, como señala ya el primer capítulo. Los peces anuales tienen características tan asombrosas que realmente fascinan y atraen a los que andamos por la vida queriendo saber cómo funciona esa maravilla que son los organismos vivos.
Como datos que encontrarán en su lectura, está el relato real de la vida de un estudiante de ciencias, sus dudas, sus aciertos, sus fracasos, sus vivencias. De los peces, se asombrarán de su corta vida adulta, que su hábitat se seque periódicamente (y lo que esto implica para las especies y en instancias de un cambio climático), sus detenciones del desarrollo o diapausas, aún con muchos interrogantes, su genoma gigante, semejante en tamaño al humano (en Austrolebias), su rápido envejecimiento y sus intrincados mecanismos de regulación génica.