El pasado domingo 27 de noviembre se registró un sismo en el Departamento de Florida. Conversamos con la Dra. Leda Sánchez, docente del Instituto de Ciencias Geológicas de nuestra facultad, sobre las características del sismo y la importancia de los procesos de detección.

¿Qué ocurrió el pasado domingo?

Desde la comisaría Polanco del Yí, donde tenemos instalado un sismómetro de banda ancha, nos avisaron que se había sentido un movimiento y estruendo. Nosotros podemos acceder mediante una aplicación a los registros de otras estaciones, por lo que a partir del aviso procedimos a monitorear lo que se había registrado en otros lugares cercanos. Confirmamos que, efectivamente, se había registrado un evento sísmico en la estación FLFL ubicada en el predio del Batallón de Ingenieros de combate N°2, en la estación PIAR de Pintadito, Artigas y en la estación TBOT de Tacuarembó, entre otras.

Pie de foto: Primeros registros del evento en dos de nuestras estaciones

Después de corroborar que se trataba de un evento sísmico, nos dedicamos a procesar los datos junto con el Lic. Hernán Castro, actualmente realizando la maestría PEDECIBA Geociencias enfocado en temas de sismología. A partir del análisis pudimos calcular la magnitud local del evento, de 3.9, y su localización precisa: latitud -33.75 y longitud -55.93, algunos kilómetros al sudoeste del evento ocurrido el 8 de mayo del 2021.

Pie de foto: Pueden apreciarse en estas figuras las trazas sísmicas para algunas de las estaciones, donde se muestra la llegada de la primera onda P y la llegada de las ondas S.

¿Cuántos sismógrafos tenemos actualmente instalados en el país?

Actualmente contamos con una red de 20 equipos distribuidos por el territorio nacional, que registran mediciones durante las 24 hs todos los días del año. Esto es posible gracias a una serie de alianzas estratégicas que nos permitieron instalar nuestros equipos en predios del Ejército Nacional, Comisarías Rurales, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y también en predios particulares, así como contar con conectividad y routers. Además ha sido fundamental el apoyo de la población uruguaya, con avisos y reportes de quienes viven en distintos lugares de nuestro territorio.

Los 20 equipos que tenemos actualmente instalados han sido adquiridos mediante proyectos de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad de la República, del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas - Geociencias, de convenios con la Universidad de São Paulo (Brasil) y la Academia de Ciencias de China, de donaciones del Ministerio de Fomento de España, y de donaciones personales.

¿Por qué es importante contar con esta red?

El monitoreo sismológico es importante porque nos permite entender por qué ocurren estos eventos y, a partir de allí, evaluar los riesgos para la población. Por ejemplo, conocer la sismicidad en relación al diseño de estructuras nos permite saber si es necesario reforzar estructuras ya construidas. También es importante para evaluar riesgos en casos de sismicidad inducida por represas, minería o explotación abusiva del agua subterránea.

A fin de cuentas, lo que nos permite el monitoreo continuo que desarrollamos desde la Facultad de Ciencias es entender el comportamiento del subsuelo. Estamos realizando estudios de corteza que nos permiten determinar distintas discontinuidades, como la del moho, lo que habilita una mayor comprensión de dónde pueden encontrarse determinados recursos minerales. Todo este conocimiento nos permite estar preparados ante eventuales sismos de mayor magnitud.

Nuestro objetivo es monitorear, registrar y hacer un acopio de datos para comprender y generar insumos para tomar definiciones. Todo esto nos permite brindar un servicio a nivel nacional sobre la sismicidad natural y la provocada por los seres humanos.

Pie de foto: Estaciones de monitoreo. La localización y el mecanismo focal preliminar nos indican la dirección del plano nodal y el plano de falla donde ocurrió la ruptura.